Mausoleo Romano de Puerta Gallegos
El Mausoleo romano de Puerta Gallegos es sin duda el mejor exponente de la arquitectura funeraria romana que encontramos en Córdoba, pero no el único. Existen otros de menor tamaño e importancia, como el que encontramos junto a la Puerta de Sevilla. Éste, originalmente se encontraba en la necrópolis que Enrique Romero de Torres (hermano de nuestro famoso pintor), descubriera en el actual barrio de Ciudad Jardín, por donde antiguamente discurría el Viejo Camino de Almodóvar.
Los Mausoleos romanos son grandes monumentos funerarios que a partir del Siglo I se extienden por todo el Imperio, transformando la tumba en santuario, destinado al culto de la memoria del difunto.
Encontramos en Córdoba, el Mausoleo romano de Puerta Gallegos, en los jardines de la Victoria. Edificación cilíndrica, en cuyo interior, una cámara funeraria amparara la urna cineraria de un personaje importante. Lo singular del túmulo y su gran tamaño, 13 metros de diámetro, así nos dan a entender. La cámara funeraria de hormigón quedaba envuelta en una estructura circular de sillares de piedra calcarenita.
Además de dicha cámara, se conserva parte de la cornisa, del basamento y del parapeto conformado por un pretil con almenas. Se ha recuperado también parte del pavimento de la calzada que discurría entre ambos túmulos. Dicha vía que comunicaba con Híspalis siguiendo el río, se dividía en dos vertientes. Una de ellas, la que toma el Viejo Camino de Almodóvar, era uno de los lugares referente para los enterramientos de Corduba, donde podrían encontrarse otros monumentos funerarios, como el desplazado a la Puerta de Sevilla.
El Mausoleo romano de Puerta Gallegos, se encuentra en 1993 durante unas catas arqueológicas, para la construcción del Parking que hoy encontramos adyacente y subterráneo. Desde ese momento se procede a su reconstrucción, fiel a la estructura original, pero con distintos materiales, a fin de evidenciar las partes originales.
Se trata pues de un edificio funerario realizado a finales del siglo I. Debió pertenecer a una persona de relevancia, pues este tipo de construcción parece tomar como referencia otros sólo encontrados en la capital del imperio. El tamaño del sepulcro y su ubicación así lo manifiestan. Las murallas de la ciudad romana marcan el Pomerium, frontera sagrada de una ciudad dentro del cual rigen ciertas creencias y normas. La ley obligaba a la construcción de enterramientos fuera de dicho Pomerium, El propio emplazamiento de los túmulos ya fue un recinto funerario en época republicana. Pero en época tiberiana, lacontece la monumentalización de la ciudad, implicando especialmente al acceso occidental, sus construcciones anexas, y la vía Córdoba- Híspalis, una de las más importantes de la provincia Bética, que desde aquí partía.
.Por la importancia de la persona que aquí descansa, el mausoleo se encuentra muy cerca de la muralla romana, y de uno de los accesos a la ciudad (Porta Principalis Sinistra), que posteriormente será denominada Puerta Gallegos. Se trata del acceso occidental que comunica con el Decumano Máximo, y salida natural hacia la ciudad de Híspalis.
Al otro lado de la calzada existía un edificio gemelo, destinado a acoger a los familiares más directos del difunto que se aloja en el túmulo principal. El estado en el que se encontró impidió su puesta en valor. No obstante el balcón circular frente al mausoleo, corresponde en ubicación y trazado, a este segundo edificio. Podemos apreciar sobre el pavimento de este mirador, una hilera de losas de granito que nos marca su planta circular.
Los sepulcros vinculados a estos libertos adinerados o familias relevantes, frecuentemente solían colocarse en estas vías importantes, junto a las entradas o salidas de la ciudad. Para manifestar un estatus social, e intentando evitar que el olvido alcance a estas familias, los sepulcros se colocaban cerca de las entradas principales, en los cruces de camino, e incluso en los edificios de espectáculos.
Los enterramientos más sencillos, y las infraestructuras necesarias para la conservación de las necrópolis, solían colocarse entre estos enterramientos más relevantes. Así pues, encontraríamos en las cercanías, crematorio (instrium), pozos, cisternas y jardines.
Mientras que el mausoleo recuperado, se erige para una sola persona, aunque se elevó respetando un enterramiento precedente, lo cual nos hace sospechar una relación entre los miembros de ambos túmulos, el gemelo presenta una cámara funeraria mayor para alojar a los familiares. La disposición de los enclaves para colocar las cinerarias, semejantes a un palomar, les hace ganar el nombre d columbarios, por el término latino “columba”.
Ambos edificios corresponden con la monumentalización llevada a cabo desde la primera etapa del imperio, y que sigue los patrones de la capital Romana, espejo en que las fundaciones romanas pretenden verse reflejadas. De hecho la estructura de este Mausoleo, tiene evidente parecido con el que en Roma tuviera el emperador Augusto, aunque éste último fuera de dimensiones mucho más monumentales. Probablemente el arquitecto de estos mausoleos fuera itálico, pues este tipo de estructuras son poco comunes en Hispania, pero más frecuentes en Roma. Completarían la magnitud del entorno, la construcción de la vía que entre ambos sepulcros discurre, y un puente sobre el arroyo que corre paralelo a la muralla, contiguo al acceso Porta Principalis Sinistra, que igualmente fuera embellecida.
La construcción de estos mausoleos manifiesta, que a medida que las construcciones van adquiriendo mayor dimensión y complejidad, las técnicas constructivas van desarrollándose. Sin dejar de lado materiales como la piedra de mina, y sistemas tradicionales de construcción, como el opus quadratum, los nuevos materiales van acompañando a las nuevas técnicas constructivas. Se va incorporando el mármol como material constructivo, concediendo un mayor aspecto monumental, y el opus caementicium, u hormigón romano, que supone una gran revolución en la construcción de edificios e infraestructuras.
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Texto: Nacho Calero. Amedina Córdoba.