ESCULTURA DE AVERROES
Encontramos la escultura de Averroes, frente a la muralla, entre la Puerta de Almodóvar y la Puerta de la Luna. En un lugar subyugante y hermoso, decorado con flores y albercas, por donde el agua compone una melodía constante y serena. Así, El que camina por esta parte de la calle Cairuán, en Córdoba, se encuentra con una figura dedicada al médico y filósofo andalusí, Abu Al-Walid Muhammad Ibn Ahmad Ibn Rushd, conocido como Averroes.
El escultor Pablo Yusti Conejo, realiza en 1967, esta escultura. El monumento se compone de un pedestal, sobre el cual, aparece Averroes, sedente y sosteniendo un libro sobre sus rodillas. La referencia la toma de la impronta que dejó en la cultura de su tiempo.
Nació en Córdoba en 1128, en el seno de una familia de estudiosos del derecho, de rancio abolengo jurídico, que pusieron en práctica su prestigio, en muchas ocasiones, de forma muy cercana a los poderes políticos oficiales. Además, cabe destacar el hecho, del desarrollo de las escuelas jurídicas del Islam, que fue paralelo al de la teología. Hasta la presencia almorávide en Al-Andalus, la escuela Malikí, llega a su máximo grado de desarrollo, pero será con la llegada de estos imperios bereberes norteafricanos, las clases superiores y los grupos más cultos de la sociedad de los reinos de taifas, que vieron un intrusismo ajeno al refinamiento de la corte, acostumbrada a la poesía y al cultivo de la lengua árabe.
Algunos sectores conservadores de la sociedad, primero vieron en el rigorismo almorávide, después el almohade, una purificación de la degeneración espiritual, a la que se había llegado, y un freno a las aspiraciones de los reinos cristianos. El abuelo de Averroes fue cadí (juez) en Córdoba, su padre también, hasta la llegada de los almohades en 1146. Más tarde, él también les sucedería en este cargo. Es más, fue pionero en defender los derechos de la mujer, en el matrimonio, en su herencia y en el ámbito jurídico. Se vio obligado a trasladarse, primero a Lucena, y después al norte de África, Marrakech, allí moriría en 1198 (algunos autores fechan su muerte en el 1181).
Fue médico, y su enciclopedia Libro sobre las generalidades de la Medicina, fue referente en todas la universidades de Europa. Ejerció como maestro de matemáticas y astronomía. Pero su huella más profunda en la historia de los hombres, será referente a su trabajo como filósofo. De hecho, fue un pensador de rama occidental helenística, del pensamiento helenizante. Toda su vida la dedicó a la difusión e interpretación, del pensamiento de Aristóteles. Enfrenta en sus comentarios, la filosofía y la religión, ciencia y fe, la verdad o la razón.
Ya en vida, la trascendencia de su obra sobrepasó las fronteras de Al-Andalus, y el espacio de su tiempo. La defensa de la razón frente al fanatismo religioso. Defiende que el hombre ha sido dotado de inteligencia para usarla, a través del saber se llega a la felicidad humana, de esa forma saltaría la materia al espíritu.
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Texto: Mar Carmona Balboa.
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