En el año 1970 se inaugura este conjunto escultórico. En la obra del escultor Pablo Yusti, realizada en piedra, sobre un pedestal de perfectos sillares de piedra, aparecen tres figuras en pie. Isabel I de Castilla, Fernando II de Aragón y Cristóbal Colón.
De esta forma se inmortaliza uno de los hechos históricos más determinantes de nuestra historia. Los Reyes católicos encargan el ambicioso proyecto al navegante. La obra representa la audiencia que mantuvieran para llevar a cabo el mismo. La ambición de encontrar una nueva ruta hacia las Indias, consiguió descubrir y explorar un nuevo continente, haciendo vieja a Europa.
El monumento se encuentra en los jardines del Alcázar de los Reyes Católicos en Córdoba. La presencia del mismo se hace necesario, por el papel destacado que jugara este espacio en los acontecimientos que se homenajean. El Alcázar ha desempeñado, desde su origen, un centro de poder político. Previamente a la llegada de Fernando III. este espacio formaba parte del antiguo alcázar islámico y anteriormente, formaba parte de un espacio destinado al gobernador romano. Más tarde pasaría a acoger la representación del poder en época visigoda.
Será el monarca Alfonso XI de Castilla quien lo construya en 1328, con aspecto de fortaleza militar. Tan unida quedó la vida de este monarca con Córdoba, que aquí se encuentra enterrado en la Real Colegiata de San Hipólito. La relación de la monarquía castellana y el Alcázar será más estrecha con los reyes de la casa de Trastámara. Durante la empresa de recuperar el último reducto nazarí en el reino de Granada Córdoba se convierte en la avanzadilla de Castilla. Enrique II, Enrique III y Enrique IV, visitarán el edificio, de hecho, este último monarca se aloja en él para contraer matrimonio con Juana de Portugal, transformándolo en palacio.
Los primeros años de reinado de los Reyes Católicos, son sin duda alguna el periodo más importante del edifico. Durante ocho años lo convirtieron en su residencia y cuartel. Desde él, dirigieron la operaciones militares y diplomáticas, que hicieron posible la rendición de Granada. Aquí nació en1482 su hija, la Infanta Doña María, que llegaría a ser reina de Portugal. Entre sus muros estuvo preso el rey Boabdil, tras la batalla de Lucena. Además fue el escenario donde se reúnen Cristóbal Colón y los Reyes Católicos para pedirles financiación para su iniciativa. Aunque originalmente la intención era abrir una ruta nueva hacia las Indias, finalmente lleva al descubrimiento del continente americano. Este hecho, no sólo, concedió a las coronas de Castilla y Aragón un periodo de máximo esplendor, sino que también se convirtió en uno de los descubrimientos más importantes de la historia.
Durante su estancia en el alcázar de los reyes cristianos, la reina Isabel dio la orden de destruir la noria conocida como La Albolafia, ubicada en el rivera del río. Al parecer su movimiento y la caída del agua, turbaba el descanso de la reina. También en este edificio Isabel la Católica, dictaminó la llamada Ley de Holgazanas, que privó a las mujeres cordobesas de sus bienes gananciales. El castigo lo impuso por el “jaleo” que formaban delante del muro del Alcázar esperando poder ver a su majestad. Esta ley se mantuvo hasta 1802. Terminado su paso por el edificio, los Reyes Católicos, ceden el conjunto al Santo Oficio, que instalará en él el Tribunal de la Santa Inquisición. Un regio lugar que invita a ser visitado.
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Texto: Mar Carmona Balboa. Amedina Córdoba