El Museo Arqueológico de Córdoba es una de las mayores y mejores colecciones del país. Verdadero reflejo material del ingente legado dejado por las civilizaciones históricas que se asentaron en nuestro solar. Su testimonio se hace patente en un espacio de la ciudad inigualable que no debemos dejar de visitar. Pasear por esta parte de Córdoba, de destacada tradición romana, es verdaderamente una delicia.
Queremos recordar también que no es sólo enormemente valioso por su contenido, sino también por su magnífico continente. El museo arqueológico se encuentra en el Palacio de los Páez de Castillejo, primer palacio renacentista de la ciudad que fue reconstruido en el S.XVI por Hernán Ruiz II sobre los restos de un caserón medieval de estilo mudéjar del S.XV. De hecho fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1962 y representa uno de los mejores ejemplos de arquitectura palaciega renacentista de la ciudad.
Destaca su portada de frontón curvo y columnas toscanas pareadas sobre basamento, ricamente decorada con temas mitológicos y escudo de armas de la Casa, concebida como una entrada triunfal. En sus patios renacentistas, uno de ellos columnado, perviven preciosos azulejos y yeserías de estilo mudéjar; y la espectacular escalera renacentista de Hernán Ruiz el Joven. Ésta queda coronada por un artesonado de madera mudéjar absolutamente maravilloso.
El museo arqueológico se encuentra en uno de los rincones más bellos de la ciudad, la Plaza Jerónimo Páez. Enclave muy cercana a la Judería de Córdoba, pero siempre un oasis de tranquilidad de obligada visita. La plaza y su delicioso entorno representan un urbanismo marcado por la fosilización en la trama viaria del enorme Teatro Romano de Corduba Colonia Patricia. Era el mayor de toda Hispania con sus tremendos 124 m. de diámetro, y sólo comparable con los ejemplos de la propia Roma. Podemos ver sus restos por toda la plaza, pero sobre todo integrados en la ampliación realizada al propio museo.
Se trata de un verdadero templo dedicado a los restos que nos han llegado de nuestros ancestros. Se reforma para adecuarlo a su fin por el arquitecto Félix Hernández a partir de su adquisición por parte del Estado en 1945. Anteriormente, la sede del Museo Arqueológico Provincial había pasado sucesivamente por distintos enclaves. Desde su creación en 1868 (tras la desamortización de Mendizábal), ha estado en el antiguo Hospital de la Caridad (en la Plaza del Potro), la Casa Mudéjar de la calle Samuel de los Santos e incluso la Plaza de San Juan.
A día de hoy podemos visitar una generosa selección de su vasta colección en la nueva ampliación del edificio. Aquí se presenta la riqueza patrimonial de uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes de toda Europa, que es el término municipal cordobés, y de una provincia asimismo preñada de asentamientos y ciudades prehistóricos, antiguos y medievales como el resto de Andalucía.
De las piezas que podemos contemplar queremos destacar, por ejemplo, la Estela de Ategua. Esta pieza se encontró en el Cortijo de las Gamarrillas, junto a la ciudad despoblada de Ategua. Constituye el ejemplo más completo, por sus elementos, y de mayores dimensiones de cuantos conocemos hasta ahora de las llamadas estelas decoradas del suroeste peninsular. Se trata de losas grabadas de la civilización tartésica.
Destaca también la impresionante estatua romana que llamamos Thoracata. Es testimonio fidedigno del esplendor alcanzado por Corduba Colonia Patricia en época alto-imperial con el Principado de Augusto y el reinado de la familia Julio-Claudia. No dudarán en exhibir su imagen representativa del poder en los espacios públicos de las capitales de provincia romanas, como lo era Corduba. Esta escultura es única en la Península Ibérica y se declara Bien de Interés Cultural en 1993.
También romano es un grupo escultórico excepcional, único ejemplo igualmente que tenemos en la Península Hablamos de la representación en bulto redondo del Mitras Tauroktonos, dios de origen persa, cuyo culto se difunde por el Imperio Romano y por las legiones. Su uso está relacionado con los mitreos, santuarios concebidos como grutas donde se desarrollaba este culto ancestral y mistérico, poco difundido por la Bética.
Otra joya de incalculable valor que carece de ejemplos similares es la Campana del Abad Sansón. Se trata objeto ritual que fue utilizado en los momentos álgidos de Al-Ándalus resonando en el paisaje de la Sierra Morena califal. La campana la hallaron durante los trabajos de limpieza de un pozo en el siglo XVI.
También lo es el famoso Capitel de los Músicos, igualmente de cronología califal. Su decoración es excepcional al figurar en cada uno de sus frentes la representación de un músico haciendo sonar su instrumento. De nuevo, todo un unicum que sólo podemos admirar en el Museo Arqueológico de Córdoba. Aquí se conserva también un posible precedente visigodo de la pieza, en el que los escritores del Nuevo Testamento aparecen en una posición parecida. Son solamente varios ejemplos de una colección excepcional, albergada en un lugar cuya visita merece realmente la pena.
Si quiere una experiencia de Córdoba única, el equipo de Amedina Córdoba, estará siempre dispuesto. Consulte nuestras visitas guiadas y tours, o si lo prefiere opte por un guía privado. Nos gusta Córdoba. Le gustará a usted.
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Del 1 de septiembre al 30 de junio Martes a sábado de 09:00 a 21:00; domingos y festivos de 09:00 a 15:00. Lunes cerrado (excepto víspera de festivo, con horario de festivo) Abierto todos los festivos, incluso los locales. Cerrado 1 y 6 de enero, 1 de mayo y 24, 25 y 31 de diciembre. Estos horarios pueden variar en función de la aplicación de la normativa sanitaria.
Amedina Córdoba