Amedina

Edificio Basilical Superior de Madinat al-Zahra: Historia, arquitectura y descubrimientos arqueológicos

Explora el legado histórico de Madinat al-Zahra y sumérgete en el fascinante Edificio Basilical Superior. Descubre su arquitectura monumental, su uso administrativo y las emocionantes excavaciones arqueológicas. Sumérgete en la historia de este tesoro islámico en España y déjate maravillar por su austeridad decorativa y materiales de construcción únicos. Acompáñanos en este viaje fascinante al pasado mientras desentrañamos los secretos de este edificio monumental.

Edificio Basilical Superior, Madinat al-Zahra

En pleno corazón del Alcázar, en el sector oficial, se distingue un amplio Salón Basilical de uso administrativo, denominado Dar al-Yund (Casa del Ejercito). 

Mediante fuentes escritas árabes conservadas, de cronistas como, al-Maqqari o Ibn Hayyan, sabemos algo de la vida de esta casa militar. En sus naves estuvieron ubicados los despachos para la gestión administrativa, destacando las oficinas del general Galib y el caballerizo mayor Ziyad Ibn Aflah. También fue lugar donde se conducían a los embajadores, mientras esperaban que les fuera concedida la audiencia con el califa. Estas fuentes escritas sirvieron al arquitecto, restaurador y conservador de la Mezquita Catedral de Córdoba, Don Ricardo Velázquez Bosco, en el año 1918, al realizar una serie de excavaciones en el sector oriental, sacando a la luz gran parte de este Edificio Basilical Superior. 

Se trata de un edificio monumental de 1500 metros cuadrados, un salón de planta basilical, con cinco naves longitudinales de orientación norte-sur y una transversal que ocupa el ancho de las anteriores, rematando en una saleta cuadrada en cada extremo. Las tres naves centrales constituyen el bloque importante y jerárquico del edificio, mientras que las dos extremas actúan como elementos de flanqueo.

La Dar al -Yund se caracteriza por su austeridad arquitectónica y decorativa. El edificio no poseyó placado decorativo en caliza blanda, limitándose el revestido de los parámetros al usual mortero de cal y arena pintado en colores rojo almagra y blanco. 

De los materiales locales usados en la construcción del Edificio Basilical Superior, encontramos una pavimentación de baldosas de barro cocido. Confeccionadas con arcillas muy rojas, mezcladas con una proporción importante de sílice gruesa y pequeños fragmentos de mica muy característicos. Estos barros proceden de la serranía cordobesa, probablemente de la aldea de Sta. María de Trassierra (actual barrio periférico de Córdoba), donde se encuentran unas arcillas de fuerte componente férrico que dieron lugar a unos alfares en esta población. 

Sobre el edificio hubo un alfarje de madera, una techumbre con maderas labradas y entrelazadas artísticamente, de pinus nigra (pino laricio), posiblemente traído de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, a través del Río Guadalquivir. Esta construcción al tener una techumbre con pavimentación de barro cocido, hace que su interior, sobre todo en periodo estival, sea más fresco. 

Como curiosidad, en varias baldosas se han encontrado varios “graffiti” incisos que se localizan en la nave extrema oriental y en la transversal. En la primera se dibujó una estrella de Salomón y en la segunda al menos cinco juegos del alquerque, especie de tres en raya, uno por baldosa. 

Para la construcción de los muros se utilizó un tipo de piedra, la calcarenita, extraída de las canteras a cielo abierto, como las canteras de Santa Ana de la Albaida, Alamiriya, Arrusafa o Patriarca. Todas ellas ubicadas en la zona de piedemonte del borde meridional de Sierra Morena, donde conviven dos unidades geológicas, de épocas cámbrica y miocénica, cuyos materiales fueron intensa y extensamente aprovechados durante el califato. 

Esta calcarenita es una piedra amarillenta de origen sedimentario marino, caracterizada por la presencia de fósiles y denominada arenisca calcarenita. Son rocas solubles, fácilmente atacables por los agentes atmosféricos y bastante porosa, que las hacen como rocas blandas. 

El origen de estas piedras lo encontramos hace unos diez millones de años, en el mioceno superior, donde el borde meridional de la sierra cordobesa formaba parte del litoral de la cuenca del Guadalquivir, el conocido como Mar de Tetis, un mar interior que dio origen al actual Mar Mediterráneo. 

Los fósiles que aparecen en la serranía son representativos de ambientes poco profundos, como litoral y el recifal. De esta fauna marina petrificada en la roca y usada para la construcción de Madinat al-Zahra, podemos destacar la abundancia de los bivalvos, como el pecten jacobeus y el cardium, ambos son animales bentónicos, que viven en el fondo enterrados o semienterrados y tienen una concha dividida en dos. 

En una de las principales canteras a cielo abierto, Sta. Ana de la Albaida, se extraía esta roca arenisca calcarenita fosilícea para crear los sillares que sirvieron de construcción de edificios, como la Dar al-Yund o el Salón Rico. Estos sillares eran transportados a través de acémilas, bestias de carga como mulas y bueyes, recorriendo el Camino de los Nogales o Norte y accediendo por la Puerta Norte, donde un cuerpo de guardia apostado en una torre, controlaba las entradas y salidas por dicha puerta. 

La colocación de estos sillares se realizó por medio de aparejo conocido como a soga y a tizón, el cual fue el único y exclusivo sistema constructivo empleado en el alcázar. El procedimiento era muy simple, colocar un sillar de forma horizontal en su lado más largo, a soga, y seguidamente colocar dos sillares de forma horizontal en su lado más corto, a tizón. 

La decoración arquitectónica empleada en la Dar al- Yund fue el conocido como capitel de avispero o califal cordobés, un tipo de capitel característico del siglo X, durante el califato Omeya de al-Andalus. Realizado en mármol blanco, muy similar al corintio de época clásica y destaca por su profusa y menuda decoración vegetal de hojas de la planta del acanto, labradas con trépano, con multitud de orificios pequeños y profundos similares a los panales de las avispas.

Edificio basilical

A los pies del edificio se extiende una amplia plaza, cuyo pavimento original no conocemos, donde las grandes embajadas de los reinos cristianos descabalgaban para acceder al Edificio Basilical. Esta plaza fue convertida en jardín en el año 1960, plantándose palmeras, adelfas y madroños. Dicha plaza se rodeó de una galería porticada entre pilares en los lados este y oeste. En el centro de su lado norte, los restos de sillares subsistentes sugieren la existencia de un abrevadero para las caballerías que accedían a este espacio. 

El arqueólogo y actual director del yacimiento de Madinat al-Zahra, Don Antonio Vallejo Triano, nos indica que el edificio debió ser construido en los últimos años de vida de Abd al-Rahman III, probablemente en la segunda mitad de la década del 950, como consecuencia de una importante reforma administrativa puesta en marcha por el califa en esos años. 

Actualmente, se están desarrollando una serie de trabajos arqueológicos en el Edificio Basilical Superior para documentar las estructuras emergentes en el marco del Proyecto General de Investigación en curso. 

Bibliografía

Vallejo Triano, Antonio. La Ciudad Califal de Madinat Al-Zahra. Almuzara, 2010.

Para garantizar un mayor rigor, este artículo ha sido verificado con fuentes y bibliografía fiable. El contenido incluye enlaces a sitios de medios oficiales, instituciones académicas y a publicaciones relacionadas. Todo el contenido de nuestra página ha sido redactado por profesionales y chequeado, aun así, si crees que presenta algún tipo de error o inexactitud, o que no está actualizado, o bien no te genera confianza, puedes contárnoslo aquí y aportar las correcciones que estimes necesarias.

×